La gran apuesta que llevó a cabo Barrika Barri fue la integración social de las personas mayores residentes. Un modo de reinsertarles en la comunidad y de activar su vida social en aras de motivarles a alimentar su proyecto vital. Su éxito fue rotundo y se erige como pilar de un envejecimiento activo y satisfactorio al que deben aspirar las sociedades modernas.
LA PRÁCTICA HACE AL MAESTRO: LA REFLEXIÓN SOBRE ENVEJECIMIENTO ACTIVO DEL DIRECTOR DE BARRIKA BARRI
Gabirel Azaola, director de la residencia Barrika Barri, nos comparte una reflexión, llena de ambiciones y desafíos profesionales, dirigida a fomentar un auténtico envejecimiento activo.
Desde su dilatada experiencia profesional, defiende el liderazgo de los centros residenciales a la hora de promover el bienestar de los adultos mayores de 65 años. La integración social de las personas mayores residentes supone un gran ejemplo de la labor social que realizan las residencias en pro del desarrollo personal de los mayores.
Sin más dilación, reproducimos a continuación esta disertación que elaboró el director de nuestra residencia. Una opinión que encierra mucha sabiduría profesional obtenida del contacto personal con los mayores que habitan en nuestra residencia.
Ahí reside su gran valor: su alegato a favor del envejecimiento activo parte de los resultados de su práctica diaria y su convivencia con la colectividad anciana. Sin duda, un texto muy inspirador y comprometido con la causa.
LA INTEGRACIÓN SOCIAL DE LOS MAYORES: OBJETIVO A ALCANZAR EN BARRIKA BARRI
Una vez nuestra sociedad ha sido capaz de añadir años a nuestras vidas, tocaba promover un envejecimiento activo. Un envejecimiento exitoso que apueste por la participación social por tener una vida independiente y saludable. Donde la integración social de las personas mayores sea un medio para enriquecer y dotar de calidad de vida.
Previniendo así la aparición de la dependencia y potenciando la autonomía personal y la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria hasta último momento.
No obstante, los profesionales de residencias echábamos en falta políticas públicas y servicios sociales reales dirigidos al cada vez más número colectivo que atendemos. Y por ello desde Barrika Barri asumimos que debíamos ser agentes activos y aportar en lo que nos ocupa. Es decir, políticas reales y adaptadas al colectivo de personas institucionalizadas, con graves limitaciones.
Suponía un gran reto, ya que no solo debíamos avanzar en la continuidad de los cuidados a prestar; sino que debíamos aplicar la innovación como método para superar barreras mentales y sociales, anteriormente no contemplados.
El análisis de lo realizado durante años nos devolvía una y otra vez a un panorama muy diferente a lo que consideramos envejecimiento activo real. Apreciamos que era la propia persona usuaria la que no se implicaba, por lo que su participación y niveles de satisfacción no eran los más deseables.
Así pues, nuestra apuesta en los últimos años, desde Barrika Barri, ha consistido en la utilización de herramientas propias de la gestión de los recursos humanos en el ámbito de la motivación personal.
LA CLAVE PARA EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO
Promover el empoderamiento del residente, se hacía a todas luces indispensable para la integración social de las personas mayores. Se trata de ayudarles a romper su techo de cristal psicológico, dándole un sentido a lo que realiza. Que no perciban que la institucionalización, el deterioro físico y cognitivo o su situación de dependencia, sean motivos para no poder disfrutar de una vida normalizada y de calidad.
Entonces, aprendimos que la participación e integración social de las personas mayores se convertía en una pieza fundamental.
Aunque, quizás, deberíamos hablar de una reintegración social. Y es que, desgraciadamente, la institucionalización, la sobreprotección familiar e institucional, la sobre cobertura de los cuidados, sus propias limitaciones, las ciudades poco amigables; los rápidos cambios tecnológicos, la globalización, etc. habían generado precisamente lo contrario.
Lo que nosotros proponemos, como trabajadores del ámbito de los cuidados geriátricos y gerontológicos, se resume en los siguientes puntos, a saber:
- Promover las relaciones con otros colectivos comunitarios
- Desarrollar y generar puntos de encuentro intergeneracionales
- Dar utilidad a lo que hacen,
- Recuperar sus historias de vida y poner en valor las experiencias vitales,
- Recuperar las relaciones personales abandonadas,
- Salir de los centros frente al acercar todo al centro
- Comprometerlos con causas sociales y solidarias
- Favorecer su conectividad y disfrutar de sus redes sociales
- Educarles en el uso de nuevas tecnologías o TIC
- Incentivarles a que vuelvan a hacer cosas que dejaron de hacer
- Mantenerlos informados sobre la actualidad, para motivar su participación en ella
- Apuntarse al voluntariado senior
- Y viajar, conocer mundo, salir de la rutina, del entorno consabido y consuetudinario.
En definitiva, en Barrika Barri abogamos por devolverles su capacidad de decidir, de querer ser, de querer hacer, para convertirlos en personas activas. En una palabra, su dignidad.
LOS RESULTADOS AVALAN LA NECESIDAD DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL DE LAS PERSONAS MAYORES
Ha sido un proyecto retador y exigente, siendo necesaria la implicación de todo el personal. Especialmente porque se debía empezar por cambiar actitudes y modelos previos, también en los propios residentes y familias.
Los datos nos están dando la razón. Se ha mejorado el nivel de participación y de colaboración de los mayores. Pero fundamentalmente, lo percibimos en la satisfacción de las familias y las propias personas usuarias.
Sin lugar a dudas, la integración social de las personas mayores residentes ha sido nuestro mayor éxito profesional y la mejor lección de envejecimiento activo que podemos aportar.
REFERENCIAS CONSULTADAS
- Azoala, A. (2019). El valor de las personas mayores. Recuperado de http://www.docnews.es/el-valor-de-las-personas-mayores/