Aunque vivimos en una sociedad donde las dependencias son un problema de salud pública, poco se habla de las adicciones en adultos mayores de 65 años a sustancias psicoactivas. Sin embargo, en la tercera edad también existe esta problemática social y merece recibir la misma atención que en otros grupos de edad.

LAS ADICCIONES EN ADULTOS MAYORES: UNA REALIDAD INVISIBILIZADA

La problemática de las adicciones a sustancias psicoactivas, sean legales o ilegales, es transversal a toda la sociedad. Si bien es cierto que cada grupo de edad presenta una mayor tendencia a un tipo de consumo de drogas característico. Los adolescentes y jóvenes son más propensos a consumir drogas ilegales; los adultos, a las llamadas sustancias legales, como el alcohol o el tabaco. ¿Y las personas mayores? ¿Acaso no existen las adicciones en adultos mayores?

Por supuesto que la tercera edad también tiene problemas de drogodependencias, y muy serios. Son el grupo etario que más fármacos hipnosedantes consumen, y no siempre son empleados bajo supervisión médica. Este es el gran problema de adicciones que conciernen a las personas mayores: el consumo abusivo de sustancias depresoras. Esto es, medicamentos sedantes, hipnóticos o somníferos.

Este tipo de fármacos, si bien son considerados drogas de venta legal y ampliamente recetadas por los profesionales médicos, resultan potencialmente adictivos. Y, en muchos casos, entre los efectos adversos que provocan, se encuentran problemas de memoria y de coordinación motora. Lo que perjudica muchísimo a la salud y la calidad de vida de las personas de edad avanzada.

Pero aún hay más: durante la etapa de la vejez las personas siguen manteniendo hábitos y adicciones de toda la vida. Entre las que destacan sobremanera el consumo de alcohol y/o de tabaco. Dependencias que seguramente se agraven durante la tercera edad debido a los incómodos cambios vitales y sociales que trae consigo esta etapa.

Por tanto, sí, existen las adicciones en adultos mayores y cabe conocerlas para intentar ayudarles a superarlas. Pues, su presencia en la vida diaria de los adultos mayores agudiza sus problemas de salud y merman su autonomía personal. Además de que pueden acortar sus años de vida.

¿POR QUÉ LAS PERSONAS MAYORES SUFREN DE ADICCIONES?

No resulta sencillo abordar el tema de las dependencias en la etapa del envejecimiento, pues son muchos los factores que coadyuvan a su favor.

Quizás, primero habría que empezar por distinguir entre dos tipos de adicciones. A saber, aquellas que vienen de años atrás —como la adicción al consumo de alcohol, al tabaco o a otro tipo de drogas recreativas—; y las adicciones que se adquieren durante el envejecimiento. Aquí cabe referirse, sin duda, al consumo de fármacos —especialmente psicofármacos— que generan tolerancia y adicción.

En cuanto a las adicciones de iniciación temprana, es lógico que después de tantos años consumiendo esas drogas, las mantengan en la vejez. El organismo está tan habituado a ellas que desengancharse requiere mucho más que fuerza de voluntad. Precisan seguir un tratamiento adecuado, tanto farmacológico como terapéutico, para abandonarlas.

En este sentido, el alcohol es el mayor protagonista de las adicciones en personas mayores que traen de épocas pasadas. Seguido muy de cerca por el consumo de tabaco. Ambas sustancias tóxicas son consideradas drogas sociales de venta legal, lo que favorece su consumo y mantenimiento en la vida diaria.

Sin embargo, la enfermedad del alcoholismo, y las más de 200 enfermedades asociadas a ella, es una de las principales causas de muerte prematura o evitable en la tercera edad. Lo mismo puede decirse del tabaquismo, una adicción que acorta la vida y genera muchas muertes en los mayores de 65 años.

Ahora bien, durante la etapa del envejecimiento se producen una serie de cambios fisiológicos y ambientales que pueden afectar a la salud mental de los mayores. Cambios que repercutirán negativamente en el estado de ánimo, el bienestar y el descanso de los mayores.

Entonces, para controlar la ansiedad, el nerviosismo, los estados depresivos o la dificultad para dormir, recurrirán al consumo de psicofármacos.

adicciones en adultos mayores

LA ADICCIÓN DE LOS MAYORES A LOS SEDANTES: UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA

Y he aquí el gran problema de adicción en los adultos mayores: el uso prolongado de los hipnóticos, sedantes o tranquilizantes. De hecho, el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías asevera que la dependencia a los sedantes es una adicción de iniciación tardía en los ancianos. Pues, su consumo aparece muy vinculado a circunstancias predominantes durante el envejecimiento como la jubilación, el aislamiento social o el fallecimiento de seres queridos.

Los psicofármacos se componen por varios grupos de fármacos. Entre ellos destacan las benzodiacepinas, el tipo de medicamento sedante más utilizado y recetado. Pero también son considerados medicamentos tranquilizantes los barbitúricos, antidepresivos y antihistamínicos. Si bien estas familias de fármacos son mucho menos utilizadas hoy en día que las benzodiacepinas.

Los hipnosedantes en sí se obtienen bajo prescripción médica, en muchos casos solo acudiendo al médico de atención primaria. Sin embargo, es elevado el porcentaje de personas que los toman sin supervisión profesional o sin respetar el tratamiento pautado.

Sin duda, la automedicación supone un factor de riesgo enorme para el paciente. Pues está totalmente comprobado que estas sustancias depresoras producen tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia.

Pero al riesgo de la automedicación hay que sumar el de aquellas personas que prolongan el tratamiento de sedantes más de lo que corresponde. Este es el caso de muchos mayores, que pasan años tomando pastillas para dormir, sentirse más tranquilos o mitigar cierto dolor crónico. Lo que los conduce a convertirse en adictos a ellas.

En realidad, la adicción a los sedantes resulta un tema tan complejo que amerita un artículo exclusivo. Pero lo que interesa señalar son los efectos adversos que generan su uso prolongado, incorrecto o mezclado con otras drogas —como el alcohol u otros fármacos.

adicciones en adultos mayores

EFECTOS NEGATIVOS DE LOS TRANQUILIZANTES

Entre los numerosos efectos secundarios perjudiciales que causan los psicofármacos en sus pacientes podemos mencionar:

  1. La tolerancia y la adicción, ya que el organismo se habitúa a su dosis y los medicamentos dejan de producir los efectos deseados. Esto lleva al paciente a aumentar su dosis —con el peligro que ello supone— y termine cayendo en la enfermedad de la adicción.
  2. Sensación de confusión mental o somnolencia, dada su acción inhibidora sobre el sistema nervioso central. La interacción con otros medicamentos puede incrementar su poder de generar somnolencia, por ejemplo.
  3. Enlentecimiento de la capacidad de reacción y dificultad de la coordinación motora. Al estar el organismo bajo los efectos del tranquilizante, la movilidad y el equilibrio se pueden ver afectados. Unido a la interferencia sobre la capacidad de reacción, provoca que la persona esté más torpe y padezca más tropiezos, golpes o caídas. En el caso de las personas mayores estas caídas pueden dar lugar a fracturas graves.
  4. Alteración de las capacidades cognitivas y riesgo de demencia. Quizás el mayor riesgo que entraña el consumo abusivo o prolongado de sedantes para los adictos mayores. La literatura científica deja claro el impacto negativo que tienen algunos de estos fármacos sobre las capacidades cognitivas, especialmente la memoria.

En consecuencia, es primordial reducir su consumo y utilizarlos siempre bajo supervisión médica y de forma transitoria.

Y es que la finalidad de los psicofármacos es la estabilización puntual del problema psicológico o emocional que presente el paciente en un momento dado. Pero nunca se ha de contemplar como una medicación crónica.

ATENDIENDO A LAS ADICCIONES EN ADULTOS MAYORES

Nos parece fundamental tratar la problemática de las adicciones en los adultos mayores, por dos motivos. El primero implica la falta de claridad y de atención que reviste este asunto, a pesar de que alcanza tintes de salud pública. Habida cuenta del segmento de población tan amplio que representan las personas mayores de 65 años.

Sin embargo, asistimos a una actitud social de desinterés por esta realidad silenciada. Muestra de ello es que recién en el año 2019 se tuvo en cuenta a este colectivo demográfico en las encuestas del Plan Nacional sobre Drogas. Por ende, habría que esperar hasta el 2020 para consultar la primera Encuesta sobre alcohol, drogas y otras adicciones en mayores de 64 años (ESDAM).

El segundo motivo contempla una preocupación muy actual. Nos referimos al impacto traumático de la crisis sanitaria del Covid-19 y la fatiga pandémica que deriva de ello. Es evidente que los mayores han sido los más perjudicados en esta situación dramática. Ya que los ha aislado de la vida social y los ha sumido en una situación de temor interminable.

En estas circunstancias, el consumo de sustancias psicoactivas, especialmente las sustancias relajantes, se ha disparado entre toda la población. Y cabe esperar que entre las personas de la tercera edad aún más.

Si este contexto de crisis e incertidumbre ya supera el año y medio, se calcula que quienes hayan recurrido a sedantes para sobrellevarlo, seguirán consumiéndolos. Con el enorme riesgo que, como vimos, ello conlleva.

Por tanto, debemos vigilar el consumo de fármacos potencialmente adictivos en nuestros mayores, a fin de evitarles males más graves. Entre ellos, un posible efecto secundario que provoque un deterioro cognitivo y posibles problemas de movilidad.

Desde la residencia Kirikiño estamos comprometidos en visibilizar esta problemática que tanto afecta a nuestros mayores.

REFERENCIAS CONSULTADAS

  • Acuna, K. (2017). Adicción en adultos mayores. Recuperado de https://bit.ly/3yw9asf
  • Báez, M. (2020). Las adicciones en personas mayores, una realidad olvidada. Recuperado de https://bit.ly/3kGuExI
  • Pérez Zepeda, M. U. (s/f). ¿Existen las adicciones en el adulto mayor? Recuperado de https://bit.ly/3mKc4r5
  • Ministerio de Sanidad (2020). ESDAM 2019-2020. Encuesta sobre alcohol, drogas y otras adicciones en Mayores de 64 años. Recuperado de https://bit.ly/3gOyeow