Las actividades musicales y la calidad de vida en los ancianos
Una de las terapias por la que más apostamos en la residencia Olimpia es la musicoterapia, dado los buenos resultados obtenidos con ella. La musicoterapia, y las actividades musicales, estimulan capacidades cognitivas como la orientación, lenguaje o memoria. Al tiempo que refuerza la identidad, la seguridad y la atención de las personas mayores.
Desde tiempos inmemoriales la música está ligada al ser humano y se percibe como una medicina para su bienestar. En parte, debido a que somos un organismo que vibra al son de ciertas frecuencias.
En realidad, casi todo en la vida vibra: la naturaleza, las personas, la vida exterior. Las frecuencias que emana de la naturaleza nos recargan o relajan. Mientras que las frecuencias de la vida urbana puede llegar a turbarnos y abrumarnos. En este sentido, la música se presenta como un medio artístico que aporta balance a nuestra vibración connatural.
Apoyo a otros tratamientos
La musicoterapia se utiliza como intervención terapéutica de apoyo a otros tratamientos. En este aspecto, la musicoterapia se incluye dentro de los denominados tratamientos no farmacológicos. Es decir, tratamientos no basados en el uso de medicaciones o químicos. Sin embargo, su aplicación en los pacientes medicados refuerza su mejora de la salud o retrasa su deterioro.
Esta es la razón por la cual en los centros geriátricos trabajamos tanto con las actividades psicosociales y las terapias no farmacológicas. Ya que contemplamos a la persona como un ser biopsicosocial, cuya salud ha de ser abordada desde una perspectiva multidimensional.
Por tanto, con las actividades de musicoterapia para ancianos pretendemos mejorar su estilo y calidad de vida. Trabajando, para ello, con actividades que estimulen sus áreas física, mental, emocional y social. De esta manera promovemos el envejecimiento activo y satisfactorio de nuestros mayores.
Los beneficios de la musicoterapia
La musicoterapia analiza los efectos terapéuticos de la música en las personas. No hay duda de que escuchar o generar música, como cantar, tiene unos efectos beneficiosos para la salud.
Si bien es cierto que la música produce cambios en nuestra salud, no toda acción musical se considera una herramienta terapéutica. En este sentido, la musicoterapia debe ser aplicada por un profesional formado para abordar esta metodología teórico-práctica.
La Federación Mundial de Musicoterapia la definen como:
el uso profesional de la música y sus elementos como una intervención en ambientes médicos, educativos y cotidianos con individuos, grupos (…); para optimizar su calidad de vida y mejorar su salud física, social, comunicativa, emocional e intelectual y su bienestar.
La música provoca una gran actividad cerebral al escucharla, y más aún cuando son las personas quienes la producen. Ya sea tocando un instrumento musical, ya sea creando el ritmo con su cuerpo.
En efecto, la música contribuye a modificar procesos conductuales y cognoscitivos, como la memoria y la atención. Además, en pacientes con enfermedades neurológicas reduce el riesgo de caídas, ya que actúa sobre los procesos cerebrales motores. Y, finalmente, el contacto con las actividades de musicoterapia para ancianos musicales refuerza el sistema inmunológico.
Pero sobre todas las cosas, la música aporta sensación de bienestar: acalla la mente y equilibra las emociones. Por eso, escuchar música puede llevar a estados meditativos, de concentración e introspección. Lo cual es necesario para lograr un desarrollo emocional saludable.
Asimismo, la musicoterapia como tratamiento complementario se aplica a todas las edades y en el caso de muchas enfermedades. Entre las más destacadas están: el Alzheimer, Parkinson, diversas demencias, traumatismo craneal o las alteraciones psiquiátricas.
La musicoterapia aplicada a las personas mayores
Por su parte, las investigaciones en neurociencias demuestran que existe una íntima asociación entre la música y los procesos cerebrales. Pues, la música favorece la percepción, el aprendizaje y el mantenimiento de la memoria.
Especialmente positivos son los efectos de la musicoterapia en pacientes con alteraciones neurológicas. Entre dichos beneficios pueden señalarse que la música:
- Ayuda a los pacientes a mejorar su movilidad al caminar ritmo de caminar y su equilibrio
- Estimula la memoria anterógrada y retrógrada, retrasando su deterioro cognitivo
- Produce un aumento en su autoestima y optimismo
- Permite modificar los comportamientos
- Facilita el descanso reparador
- Promueve las relaciones sociales y, por tanto, los saca de su ensimismamiento
- Les aporta contacto con la realidad
Ahora bien, todos tenemos una identidad y una trayectoria musical personal. Por ende, los efectos que pueden generar una música u otra están muy relacionados con la experiencia musical subjetiva. Es por ello que la música estimula la memoria.
Actividades musicales
Las actividades musicales nos sirven para empatizar con los residentes o usuarios de las estancias diurnas. Así, mediante sus gustos musicales podemos entablar diálogos biográficos con ellos, conocer mejor sus necesidades y emociones.
Por eso, gran parte del elenco de actividades o talleres psicosociales que ofrecemos a nuestros mayores tienen a la música como protagonista:
- Taller de Musicoterapia, dirigido por una musicoterapeuta experta y enfocado a los residentes con deterioros cognitivos.
- Nuestro Coro, dirigido por una profesional perteneciente a la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO).
- Sesiones de baile
Las actividades de musicoterapia para ancianos son altamente apreciadas por nuestros residentes y usuarios. Mientras que a los profesionales de Olimpia nos permiten promocionar el bienestar y la salud integral de los mayores. Gracias a ellas fomentamos el mantenimiento y la rehabilitación de sus capacidades; así como resultan eficaces para que mantengan un estado de ánimo y una autoestima positivos.
Conclusión
La musicoterapia es una forma de comunicación, donde las personas pueden expresarse corporal y musicalmente para mejorar tu calidad de vida. De ahí que el bailar, el tocar un instrumento, cantar o simplemente detenerse a escuchar música pueda ser vivido como una actividad terapéutica.
Crecemos rodeados de melodías musicales desde la cuna y a lo largo de la vida disfrutamos de ellas de diferentes formas. Ya sea en soledad, en pareja o en grupo, vamos atesorando lindos momentos gracias a la música. Y cuando nos sentimos tristes, perdidos o ansiosos, es la música el elemento que nos lleva a expresar nuestras emociones. Es entonces cuando podemos trabajarlas y transformarlas en emociones positivas.
Lo que conseguimos expresar a través de la música, no podríamos hacerlo con meras palabras. La música, además de permitirnos conectar con nuestras emociones, nos ayuda a evocar recuerdos y calma la mente.
Todo eso mejora nuestra salud mental y optimiza nuestro desarrollo emocional. Lo que finalmente se refleja en nuestra salud física y vitalidad. Ahí reside el potencial de la música y su poder sanador.
Por eso en la Residencia Olimpia trabajamos tanto con las actividades de musicoterapia para ancianos. La felicidad y motivación que genera en nuestros mayores no tiene palabras que las describan. No obstante, sus resultados saltan a la vista: mejora su sociabilidad y habilidades verbales; hay una recuperación en sus procesos cognitivos y aumenta su movilidad y las ganas de sentirse activos.
Llenar la vida de música, a los ancianos, es una de nuestras contribuciones más eficaces para incrementar su calidad de vida.
Referencias revisadas
- Denis, E. J., & Casari, L. M. (2014). La musicoterapia y las emociones en el adulto mayor. Recuperado de https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/22892/CONICET_Digital_Nro.36b659be-9e1a-464e-ba4e-1298f36d69d1_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y
- García Valverde, E. (2014). Guía de Orientación. Intervenciones no farmacológicas. Musicoterapia en personas con demencia. Recuperado de https://blogcrea.imserso.es/wp-content/uploads/2016/06/guiamusicoterapia.pdf
- Rebolledo, F. A. (2006). La musicoterapia como instrumento favorecedor de la plasticidad, el aprendizaje y la reorganización neurológica. Plasticidad y Restauración Neurológica, 5 (1), 85-97. Recuperado de https://www.medigraphic.com/pdfs/plasticidad/prn-2006/prn061l.pdf